A estas alturas todavía sigue habiendo muchas personas que no saben utilizar los aparatos de aire acondicionado, en el sentido de un mejor aprovechamiento y consumo responsable.

25 grados es una temperatura que se considera más que suficiente para sentirse cómodo en el interior de una vivienda, vehículo, oficinas etc… . A pesar de esto, todavía hay hogares, empresas etc… que tienen programada la temperatura a 22 , 20 e incluso 18 grados … , parece que estas personas desconocen que por mucho que se baje la temperatura no enfriarán más rápido o simplemente les resulta igual que en pleno verano con temperaturas de 32-40 grados por ejemplo, entremos a establecimientos con temperaturas de 20-22 (hasta 15 o 20 grados de diferencia). Estos cambios tan bruscos son los que dan lugar a los típicos resfriados de verano, y no sólo eso sino que exposiciones prolongadas pueden acarrearnos serios problemas.

Todo esto no tiene lógica, la mayoría de estos aparatos en cuanto llegan a la temperatura programada se interrumpen en modo refrigeración y funcionan a modo ventilación hasta que se pierde temperatura. Pues bien en aparatos dónde fijemos la temperatura a 18- 20 grados, en época de verano, permanecerán encendidos sin parar porque difícilmente se llegará a esta temperatura. Con lo cual el deroche energético es enorme. Por cada grado inferior a 25º el consumo se dispara entre un 7 y un 10%.

Todo esto se evitaría simplemente programando la temperatura a 25º , y desde luego sin pasar calor.

En invierno ocurre lo mismo, la temperatura de confort puede rondar los 19-20º, e incluso los 17º por la noche. Aumentar la calefacción a 22º o más, supondrá mucho más gasto energético innecesario.

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