Ingredientes:

½ kg de fresas,

sal marina,

4 cucharaditas de agar-agar,

zumo de 2 mandarinas,

300 ml de agua,

150-200ml. de malta de cebada (si queremos que quede más dulce entonces usar malta de maíz).

Preparación:

Lavamos las fresas, las cortamos en trozos y las ponemos a macerar mezclándolas con una cucharadita de sal marina durante una hora. Calentamos el agua y cuando hierva añadimos el agar-agar y removemos durante unos minutos, a fuego bajo, hasta que se deshaga completamente. Entonces añadimos el zumo de las mandarinas y la malta de cebada poco a poco, sin dejar de remover. Colocamos las fresas en una fuente alargada y vertemos encima la mezcla. Hay que dejar enfriar durante tres o cuatro horas antes de servir, hasta que veamos que ha cuajado. Cortamos en rectángulos y servimos en un plato decorado con unas hojitas de menta.