Latín:  Pimpinella anisum
Valenciano: «llavoretes», matafaluga
Euskera: anisa belarra
Castellano: anís, «matalahúva»

El nombre de «matalahúva» proviene del árabe y se refiere a «cosa que alivia»

Zona geográfica:

El anís verde es una planta originaria de la región mediterránea oriental, aunque se ha extendido y cultivado en muchas zonas de España. En la Península Ibérica, se encuentra principalmente en zonas cálidas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Valencia, donde crece bien en suelos soleados y bien drenados. Se cultiva también en huertas y campos debido a su valor medicinal y culinario.
Propiedades medicinales tradicionales:
Uso interno:

El anís verde ha sido utilizado tradicionalmente como remedio para diversos problemas digestivos y respiratorios. Entre sus propiedades más destacadas están:

Digestivo y carminativo: Se usa comúnmente para aliviar la indigestión, flatulencias y cólicos, ayudando a expulsar los gases y favoreciendo una digestión suave.
Antiespasmódico: Es eficaz en el tratamiento de cólicos abdominales y dolores estomacales, especialmente en bebés y niños.
Expectorante y antitusígeno: Se ha empleado para tratar afecciones respiratorias como la bronquitis y la tos, facilitando la expulsión de las flemas.
Galactógeno: Tradicionalmente, se ha recomendado a las madres lactantes para estimular la producción de leche.

Uso externo:

Antiséptico: En forma de cataplasmas o aceites, el anís verde ha sido utilizado para desinfectar heridas y calmar irritaciones de la piel. Su efecto suave lo hace adecuado para tratar pequeñas heridas, picaduras o irritaciones leves.
Calmante: En infusión o aceites, también se usa externamente para masajes, aliviando dolores musculares y relajando tensiones.

El anís verde es apreciado tanto por su valor medicinal como culinario, pues sus semillas también son empleadas en la preparación de platos, licores y postres. En la zona de la Comunitat Valenciana se fabrica un licor muy conocido la «Cassalla» obtenida de la destilación de estos granos.