La melisa (Melissa officinalis), también conocida como toronjil, es una planta perenne aromática perteneciente a la familia de las Lamiáceas. Originaria de la cuenca mediterránea, se cultiva desde hace siglos por sus propiedades medicinales y su agradable fragancia a limón. Esta planta se ha utilizado tradicionalmente para tratar una amplia variedad de dolencias, tanto físicas como emocionales, y es especialmente apreciada por sus efectos calmantes.
Nombres comunes:

En español: melisa, toronjil.
En valenciano: tarongina, melissa.
En euskera: erramua, melisa-belarra.

Distribución en España:

La melisa crece en climas templados y húmedos, siendo común en huertos y jardines de muchas regiones de España. Se cultiva principalmente en áreas del sur y centro de la península, como en Andalucía, Castilla y León, Galicia y la Comunidad Valenciana. Además, puede encontrarse en estado silvestre en zonas de ribera, márgenes de bosques y campos poco soleados. Prefiere suelos bien drenados y húmedos, lo que facilita su crecimiento en entornos mediterráneos y atlánticos.
Propiedades medicinales tradicionales:
Uso interno:

Relajante natural: La melisa se ha utilizado desde la antigüedad como un tónico para el sistema nervioso. Se toma comúnmente en infusión para calmar los nervios, reducir la ansiedad y el estrés, y promover la relajación. Su efecto sedante suave también es útil para personas que sufren de insomnio o dificultad para conciliar el sueño, ya que ayuda a relajar el cuerpo sin causar somnolencia diurna.

Digestivo: La melisa es conocida por su capacidad para aliviar problemas digestivos. Se utiliza para reducir la acidez estomacal, aliviar los gases y combatir la indigestión. Además, su propiedad antiespasmódica la convierte en un remedio eficaz para calmar los cólicos intestinales y tratar problemas asociados con el síndrome del intestino irritable.

Antiviral y reforzante del sistema inmunológico: Se le atribuyen propiedades antivirales, lo que la hace útil para tratar infecciones leves como el resfriado común y otros trastornos respiratorios. Además, sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, promoviendo la resistencia del cuerpo frente a infecciones virales.

Regulador menstrual: En la medicina popular, la melisa se ha utilizado para aliviar los síntomas asociados al ciclo menstrual, como los calambres y el malestar. Su capacidad para relajar los músculos también es útil para reducir los dolores abdominales relacionados con el periodo.

Uso externo:

Tratamiento de heridas e irritaciones: Aplicada externamente en forma de cataplasmas o aceites, la melisa es eficaz para tratar pequeñas heridas, quemaduras leves e irritaciones cutáneas. Sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas ayudan a acelerar el proceso de cicatrización y reducir la inflamación de la piel.

Alivio del herpes labial: La melisa es conocida por su capacidad para combatir el virus del herpes simple. Las aplicaciones tópicas de la infusión o extracto de melisa ayudan a reducir los brotes de herpes labial, acelerando su curación y aliviando el dolor asociado.

Cuidados bucales: Las infusiones de melisa se utilizan tradicionalmente como enjuagues bucales para tratar inflamaciones de las encías, llagas en la boca y aftas. Gracias a sus propiedades antimicrobianas, es eficaz para reducir la inflamación y prevenir infecciones bucales.

Baños calmantes: Los baños con melisa son conocidos por sus efectos relajantes sobre el cuerpo y la mente. Añadir infusión de melisa al agua de baño ayuda a reducir la tensión muscular, mejorar el estado de ánimo y aliviar el estrés acumulado.

La melisa (Melissa officinalis) es una planta medicinal muy apreciada en la medicina tradicional por sus efectos calmantes y digestivos. Se utiliza tanto internamente, para reducir el estrés, mejorar la digestión y combatir infecciones leves, como externamente, en el tratamiento de irritaciones cutáneas, heridas y herpes labial. Esta planta, que crece en zonas húmedas y templadas de España, es un recurso natural valioso para mejorar el bienestar físico y emocional de forma segura y efectiva.