La celiaquía es una patología como consecuencia de la intolerancia permanente a las proteínas contenidas en el gluten de algunos cereales como el trigo, centeno, cebada y avena. Es la enfermedad crónica intestinal más frecuente en España.
Esta «alergia» a determinadas proteínas que contienen estos cereales provoca una destrucción de la mucosa intestinal, la cual queda incapaz de absorber adecuadamente los alimentos digeridos conlleva una mala absorción de los nutrientes (proteína, grasas, hidratos de carbono, sales minerales y vitaminas).
Las reacciones más comunes son las siguientes:
Diarrea crónica, con heces abundantes, deshechas y blanquecinas.
Expansión abdominal
Perdida de apetito.
Vómitos.
Cambios de comportamiento, irritabilidad.
Pérdida de peso y crecimiento.
Musculatura delgada
Actualmente el único tratamiento de la celiaquía es adoptar una dieta libre de gluten por siempre, por lo tanto tenemos que eliminar el consumo de pan común, pastas, bollería, pastelería, donde se utilizan harinas de cereales como el trigo, centeno, cebada etc…. Incluso alimentos como por ejemplo sopas, embutido, conservas, ya que por su composición puedan contener algún tipo de harina o espesante a base de estos cereales.
El celíaco puede tomar todo tipo de alimentos que no contienen gluten en su origen: carnes, pescados, huevos, leche, cereales sin gluten (arroz y maíz), legumbres, tubérculos, frutas, verduras, hortalizas, grasas comestibles y azúcar.
Al adquirir productos elaborados y/o envasados, debe comprobarse siempre la relación de ingredientes que figura en la etiqueta. Si en dicha relación aparece cualquier término de los que se citan a continuación, sin indicar la planta de procedencia, debe rechazarse el producto, salvo que figure como permitido en la última edición de la LISTA DE ALIMENTOS SIN GLUTEN, que periódicamente actualiza la Federación de Asociaciones de Celíacos.
Se ha de tener precaución con la manipulación de alimentos, en bares y restaurantes (tortillas de patata que puede llevar levadura, patatas fritas hechas en freidoras que se utilizan también para freír croquetas o empanadillas, salsas ligadas con harina, rebozados, purés o cremas de verduras naturales a los que se añaden «picatostes» de pan de trigo, etc.), e igualmente en comedores escolares (Ej.: si un primer plato consiste en cocido de alubias con embutido, no vale retirar el embutido y servir la alubia al celíaco, porque si el embutido lleva gluten, quedará en la salsa). Consúltese la forma de elaboración e ingredientes en cada plato, antes de consumirlos. Se evitará freír alimentos sin gluten en aceites donde previamente se hayan frito productos con gluten.
Precaución con las harinas de maíz, arroz, etc. de venta en panaderías o supermercados sin certificar la ausencia de gluten. Pueden estar contaminadas si su molienda se ha realizado en molinos que también muelen otros cereales como trigo o avena.
Información y asesoramiento en la página web: www.celiacos.org