La palabra talasoterapia, proviene del griego «thalasso» (mar) y «therapia» (cura, terapia). El mar nos nutre, nos relaja y nos purifica. Por eso es evidente que podemos considerar el mar como una verdadera terapia curativa.
En la composición química del agua se han contabilizado hasta 92 elementos simples. Tal cantidad de minerales y oligoelementos, la convierten en una verdadera medicina para remineralizar nuestro cuerpo. Destacamos entre todos: sodio, potasio, magnesio, azufre, calcio, silicio, hierro y manganeso.
Los iones minerales del agua del mar se absorven tópicamente a través de la piel, penetrando en el interior del organismoy difundiéndose rápidamente. Además, el mar es rico en plancton, elemento vivo con propiedades antiobióticas y estimulantes del sistema inmunitario.
El agua del mar resulta útil para tratar un gran número de dolencias:
– Problemas reumáticos: disminuye el dolor y mejora la evolución del proceso
– Problemas circulatorios: estimula la circulación y disminuye la sensación de fatiga.
– Enfermedades de la piel: como acné, eczemas, o forúnculos.
– Afecciones respiratorias: descongestiva y desinflama al mucosa nasal.
– Estrés y fatiga: por su efecto relajante
Existen diversas técnicas para aplicar talasoterapia:
– Hidrocinesiterapia: realización de ejercicios físicos en una piscina con agua de mar a 36 grados.
– Jet submarino: consiste en un chorro subacuático de alta presión que efectúa un masaje sobre músculos y articulaciones.
– Cavitosonic: bañera de agua de mar con ultrasonidos de baja frecuencia.
– Fangos, algas y lodos marinos: se aplican mediante cataplasmas, envolturas o en forma liquida dentro de una bañera.
– Vaporarium: es un baño de vapor de agua de mar.
La energía curativa del mar
Blasco, R.
