Lácteos, un peligro.
Uno de los alimentos más recomendados en la nutrición occidental como es la leche de vaca, indispensable en el crecimiento, adecuada para los recién nacidos, niños, adultos… en fin, el mejor alimento para todas las edades al parecer no es tan bueno para la salud como nos quieren hacer ver. Tengo entendido que somos los únicos mamíferos que continuamos bebiendo leche después de pasar el periodo de lactancia y que esta sustancia, además, debe ser consumida en el preciso instante que sale de las mamas pues resulta una sustancia muy vulnerable.
Si dijera que la leche de vaca puede inducir a un montón de enfermedades y aumentar las posibilidades de padecer varios tipos de cáncer, ¿me creería alguien?…vosotros mismos, y no por la leche de vaca en sí sino por las hormonas, los antibióticos y otra serie de sustancias que se les inyectan a las vacas y que encima la transmiten a la leche y por supuesto al consumidor final.
Uno de los efectos de los lácteos es provocar el aumento de mucosidad. Yo personalmente puedo afirmar esto, además de un cierto malestar, sobre todo al levantarme por las mañanas. Mal gusto de boca, lengua blanca… según un amigo de la familia, esto es síntoma de algún trastorno hepático. Pues bien, fue abandonar la leche y me encontré mucho mejor.
En cuanto tenga ocasión mencionaré un artículo de una revista que os resultará impactante. Eso sí todo muy bien documentado, con criterio científico. No como todos estos años, que bajo mi punto de vista estamos siendo engañados… no entiendo como la organización mundial de la salud no toma cartas en este asunto.
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